PAU GUILLÉN

¿Por qué crear un festival que incluye sólo la temática LGBT?
Porque hace falta. Lo que nosotros queremos con este festival es, primero potenciar el cine y la cultura cinematográfica de calidad y luego utilizar esa herramienta de la cultura cinematográfica para sensibilizar. El festival que nació hace ya 13 años empezó como una herramienta en un entorno social y un espacio de salida de armario cultural y social. Parece que siempre los movimientos LGTB están ligados a la intervención y reivindicación -que es básico y necesario- pero buscamos un espacio que también fuese cultural, de conexión con toda la ciudad donde la gente pudiera ir a entretenerse, divertirse y además a sensibilizarse y formarse. A día de hoy se ha convertido en un espacio muy potente, es un festival de cine que trata de diversidad afectivo-sexual, de identidad y de disfrutar de pelis muy buenas que sirvan para pensar y sensibilizar. Para que el público cuando oiga la palabra “gay”, “lésbico” o “trans” esté sensibilizado y se acerque. Las temáticas son muy amplias, desde relaciones afectivas o la violación de los derechos humanos en muchísimos países, hasta diversidad familiar.
¿Los temas son tan amplios como dices o están un poco estereotipados y restringidos?
Es como todo, depende del cine que haga el director o directora de la película. Sí que es cierto que se ha constituido el espacio y la comunidad LGTB como un nicho de mercado y de consumo, pero nosotros intentamos desde el festival huír de esto, no nos interesan las películas donde se habla de estereotipos, no buscamos una peli que nos cuente una historia que pueda ser interpretada exactamente igual con los roles heterosexuales, nos gusta saber y pensar que hay una comunidad que establece sus relaciones y vinculación afectiva de una forma distinta. Si son dos hombre o dos mujeres no tienen que hacer las cosas de la misma manera que la sociedad ha obligado a hacer a un hombre y a una mujer. Nos gusta mostrar esas realidades. Nos gusta ver que es un proceso que se está construyendo en este momento, que a veces es confuso.
Llega muchísimo cine de EEUU muy estereotipado donde se perpetúan roles de funcionamiento social que no nos interesan nada mostrar a nosotros como festival . Obviamente, ofrecemos un abanico muy amplio, intentamos que el festival sea muy grande y que abarque mucho espacio y no solo a la comunidad LGTB interesada. Creo que si hay espacio para algo que tenga sentido, es un evento cinematográfico y este festival cumple una función más allá de lo cultural que tiene que ver con la sensibilización de la sociedad, que es importante.
Entonces, por lo que comentas no es que sólo ofreceís películas sino que ofrecéis mucho más…
¿Qué es la extensión del festival?
Llevar las obras del festival a diferentes localidades de toda Euskadi, hacemos una sesión o un par de sesiones habitualmente de cortometrajes. Este año vamos a estar en 25 localidades mostrando las piezas del festival. Parece que la cultura se queda en núcleos muy urbanos, -todo muy urbanita, el gran espacio de ciudad- y nos olvidamos que hay mucha gente que vive en núcleos urbanos más pequeños y que tienen dificultades para llegar a ciertos recursos culturales. Vamos allí y les contamos qué hacemos y qué es el festival y les mostramos las obras que proyectamos. Intentamos que esto sirva un poco para ellos de herramienta de sensibilización de cultura y demás.
Entonces, ¿se va interiorizando tanto el tema de la homosexualidad que ya incluso se comercia con ello?
Claro que se comercia con ello, hay un nicho de mercado que es la población- un 10% supuestamente- que es gay lesbiana, transexual, abarcándolo todo y se busca esa vertiente comercial. Buena parte de las obras utiliza esta estereotipación para la comercialización y se aprovecha de ella, nos da un poco de reparo y repelús que puedan hacer estas cosas. También hay una lucha muy potente sobre todo del mundo del feminismo, de la mirada femenina y del colectivo, asociación y militancia lesbiana que es mucho más beligerante, parece que el mundo homosexual masculino está como más asentado o colocado y la mujer siempre ha estado en segundo plano, siempre. No de ahora, culturalmente milenios, y sigue habiendo la necesidad de mostrar, de que tengan una voz real mucho más potente en ese sentido y de que muestren una forma de hacer que no es la que el hombre ha impuesto durante mucho tiempo, y en eso andamos.
Eso es difícil de encontrar todavía en el cine y se ve solamente en el número de directoras- que es mucho menor- y en cómo se cuentan las historias. Nada que ver cómo se cuenta una historia de dos lesbianas desde una mirada masculina, que hay muchas de ellas, que a cómo lo cuenta una mujer. Bueno, nosotros vamos filtrando e intentamos mostrar en el festival todo el abanico; desde las actividades infantiles hasta los espacios de discusión sobre lo que es el feminismo, las nuevas masculinidades, sobre lo que es la transexualidad, las limitaciones del transgenerismo, etc. Son espacios de vanguardia en cuanto a la diversidad que tienen que estar presentes, pero tampoco tenemos que olvidarnos de que hay otro tipo de público que busca otro tipo de obra que además está representado y que también tenemos que colocarlo ahí. Digamos que nos gusta ser una muestra muy amplia de todo lo que ocurre respecto a la diversidad.
Pero en este festival se busca un poco todo ¿no? Mujeres directoras, productoras...
Sí que tenemos sensibilidad en la programación, a la hora de programar no tenemos una cuota “tiene que haber tantas películas dirigidas por mujeres”, no. Buscamos realmente la calidad cinematográfica, pero sí que es cierto que hay cierta sensibilidad, “oye no podemos quedarnos solo con tres pelis dirigidas por mujeres, igual tenemos que abrir un poco más la mano”, quiere decir que esta visión, independientemente de que la calidad igual no sea la más potente pero es interesante y tenemos que colocarla. Ya tenemos una previa y creo que tenemos este año una media cómo de, entre las 12 películas que están en sección oficial, 5 están dirigidas por mujeres.
A la hora de producir y distribuir películas con esta temática ¿se nota alguna discriminación o alguna diferencia respecto a otras películas con otras temáticas?
(Piensa) Sí... porque hasta ahora era difícil que entrar el público mayoritario, como handicap general. También es cierto que peli que no tenga una vertiente comercial es peli que no llega al circuito comercial, independientemente de la temática que sea. Si no es una película comercial, la historia tiene una vertiente de diversidad afectiva o que hay una pareja lesbiana o gay. Pero eso no llega, sí que hay cierta dificultad pero primero por la cuestión de obra que se distribuya normalmente en salas comerciales y lo que hay es un circuito muy importante de festivales LGTB y sí que estas obras tienen un recorrido muy grande por estos festivales, entonces es una forma de encontrar la financiación a través de los diferente festivales.
¿Hay muchos festivales LGTB?
Muchísimos, a nivel mundial mucho. Y solo a nivel del estado español está el festival de Madrid, la Mostra de Barcelona y nosotros, Bilbao, que somos un gran referente LGBT en ese sentido o en los eventos ligados a cinematografía LGTB. Pero después está el de Extremadura que también es muy potente, Andalucía, Zaragoza y ahora Valencia está arrancando, diferentes muestras. Al final es muy potente la herramienta audiovisual para llegar y contar cosas, entonces te ayuda a empatizar con lo que está ocurriendo en la historia, conectas con ella, te ayuda a contar cosas que de alguna forma no podrías contar de otra manera porque igual tendría que estar dando una charla muy compleja y no te llega la información del todo. Me parece que es un buen uso lo audiovisual para sensibilizar, para crear muestras de todo tipo y que sirvan para llegar a la sociedad de otra forma.
En cuanto a los temas, si tuvieses que hacer una categoría de los temas que se pueden tratar en las películas que vosotros mostráis en el festival, ¿cómo sería?
El tema principal sí que sigue siendo principal el de aceptarse a uno mismo o a una misma, la aceptación del entorno familiar y social, la violación de los derecho humanos en general. Al final una película es una historia narrada por una persona, que suele ser un guionista o una guionista, que cuenta algo que conoce o algo que está en su entorno. Las sociedades van evolucionando y cada vez es más sencillo ser lesbiana o gay de una forma más relajada, relacionándote con el entorno de la sociedad, pero hay muchas sociedades en las que está castigada con pena de muerte directamente. Obviamente lo que te van a contar esas sociedades es ese tipo de historias, ya empieza a haber más países como Canadá, Francia o Norte de Europa donde llegan otro tipo de historias donde ya no estamos hablando de los procesos de aceptación, ya estamos hablando de historias donde hay personajes, donde hay situaciones en las que intervienen personajes LGTB donde no estamos hablando únicamente sobre “o mi proceso de aceptación” “o mi proceso de aceptación familiar o social” sino de, una vez superado todo este primer paso aparecen otros temas como thrillers donde puedan ocurrir ciertas actitudes que no entienden que estén esas personas ahí, y hay comedias pero ya no está enfocado a la parte de la aceptación por la condición y eso se va abriendo poco a poco.
¿Cómo está el tema vasco en este sentido, habéis tenido películas vascas dentro de vuestra programación?
Bastante bien, sí. Este año posiblemente tendremos un ciclo completo de cortometrajes vascos. A parte de eso, sí que se han producido obras aquí en Euskadi. Hay tres pelis muy concretas y muy claras a diferentes niveles y son Ander, de Roberto Castón, Larogei egunean de Goenaga y Garaño y A escondidas de Mikel Rueda. Me parecen tres buenos ejemplos que hablan de diversidad que hablan de lo que conocen y ligando a su espacio local y cuentan historias universales, encima estamos hablando de 2009, 2012 y 2014. Para la producción vasca en sí, que tampoco es que sea gigante, no está mal y son películas que han tenido bastante recorrido.
A escondidas está haciendo un recorrido por mogollón de países del mundo y eso que la película no se pensó en un primer momento para salas comerciales, sino sobre todo para que se proyectara en centro educativos, para el alumnado y la sensibilización y es lo que está consiguiendo Mikel con la película. Pues me parece que desde aquí se hace un cine, no solo con su vertiente comercial sino para que tenga una cierta trascendencia, para que vayan más allá y que sirva para otras finalidades y es positivo. ¿Se pueden hacer más? Obvio. Claro que se harán más y esperemos.
La visión de Mikel Rueda más que ser comercial era acercarla a los alumnos y sensibilizar a su público, ¿pasó lo mismo con las demás?
A mi la idea de Mikel me gusta mucho, me gusta que esa idea esté ahí y con Ander pasó igual, se hizo desde un servicio vasco y bueno tuvo sus claros y sus oscuros en cuanto a su producción pero se hizo con esa finalidad, está hecha en euskera y castellano, con una finalidad de mezclar lo rural y la homosexualidad y Larogei está enmarcada en un contexto más urbano pero con dos mujere mayores, hablan de dos tabús fantásticos, de lesbianismo y de madurez. Ya es difícil porque normalmente cuando hablamos de películas de lesbianas o gays nos centramos únicamente en personajes jóvenes de entre 20 o 30 años, pero hay una realidad desde los 30 hasta los todos que no está presente y es importante que lo esté y ese hueco lo cubre Larogei.